Los GET, por sus siglas en inglés, son “Ground Engaging Tools”, que se traducen como las herramientas de ataque al suelo, o los elementos de desgaste, como los son los dientes, puntas y cuchillas. Estas herramientas son las que entran en contacto constante con el material, y están diseñadas para generar menor esfuerzo y un ciclo de trabajo más fluido. Elegir bien estas herramientas se traduce en menos consumo de combustible y menor costo por tonelada. Por eso, en esta guía vas a entender cómo decidir rápido, sin perder detalle técnico y con foco en resultados.

¿Por qué importan las herramientas de ataque al suelo?

Estas herramientas son fundamentales para la penetración y la resistencia al desgaste según el material que se vaya a trabajar. Además, una punta adecuada estabiliza presiones hidráulicas, evita patinajes y cuida el adaptador del diente. Gracias a una elección adecuada, se reduce el consumo de combustible, se mantiene la velocidad de carga protegiendo la estructura del implemento. Y, sobre todo, se minimizan los paros por roturas inesperadas.

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Herramientas de ataque al suelo: material → geometría recomendada

• Suelo suelto tipo arena: punta fina de alta penetración. Entra fácil, requiere menos tracción y acelera el primer corte.
• Banco compacto o roca abrasiva: punta robusta con mayor masa. Aunque ofrece más resistencia inicial, dura más y sostiene el filo.
• Mezclas abrasivas tipo material reciclado: punta masiva y cuchilla reforzada, para prolongar la vida útil del balde y mantienes la sección de ataque.
• Agregados finos: punta de penetración media y cuchilla reversible para conservar la línea del borde.

Además, recuerda que los refuerzos de esquina reducen la erosión donde más se castiga el balde y se presentan rupturas. 

Cuchillas: el “filo” que ahorra pasadas

La cuchilla correcta reduce la resistencia al avance y protege el borde del balde. Por lo tanto, el equipo empuja menos para lograr el mismo corte. Elige recta para aplicaciones generales; usa doble bisel si buscas invertirla y alargar vida; suma segmentos atornillados cuando la abrasión castiga las esquinas del balde. En minicargadores y cargadores frontales la diferencia se nota enseguida: menos rebote, mejor acabado y menos reprocesos.

Instalación y cambio: pequeños hábitos, grandes ahorros

• Fijación segura: utiliza el sistema y el pasador especificados; evita golpes innecesarios y confirma la “sentada” del diente.
• Indicadores de desgaste: cambia cuando la marca desaparezca; así proteges el adaptador y mantienes el ángulo de ataque.
• Par de apriete: aprieta pernos de cuchilla a torque; revisa holguras y fisuras con la máquina bloqueada.
• Rotación inteligente: gira la cuchilla reversible antes de que pierda perfil; alargarás su vida sin sacrificar rendimiento.

Con estas rutinas, el balde trabaja con menos presión y, además, la hidráulica del equipo mantiene su eficiencia a lo largo del turno.

Cómo impacta en tu operación diaria

Elegir y mantener bien las herramientas de ataque al suelo se traduce en tres efectos visibles:

1. Más ciclos por hora porque el primer corte es rápido.
2. Menos litros por hora gracias a menor resistencia y menos patinaje.
3. Disponibilidad estable, ya que se evitan fallas por desgaste extremo del adaptador o del borde.

Si, además, alineas el mantenimiento del equipo con consumibles y lubricación correctos, la ganancia se consolida. Para eso, consulta la oferta de lubricantes originales Komatsu: una buena película reduce fricción en pasadores y protege sellos bajo carga. Ingresa en nuestro catálogo de aceites y lubricantes en https://khsamgwebpro.blob.core.windows.net/wp-content/sites/23/2025/11/Catalogo-Aceites-digital-esp.pdf para conocer más.

Checklist para decidir hoy

1. Define el material predominante donde se va a realizar la operación y equipo (excavadora, cargador o minicargador).
2. Elige punta por penetración o resistencia, según la abrasión real.
3. Selecciona la cuchilla ideal(recta, doble bisel y/o segmentos) y considera refuerzos de esquina.
4. Planifica torque, rotación e inspección por horas de servicio, no por “sensación” del equipo.

Las herramientas de ataque al suelo son pequeñas frente a la máquina, pero enormes para la productividad y cuidado del equipo. Con la punta correcta, una cuchilla bien elegida y un plan de cambio simple, conviertes potencia en material movido con menos consumo y menos paros. En resumen, eliges una vez y lo sientes y ves todos los días en la obra.